¿Un líder nace o se hace?
Este parece ser un eterno debate pero más que un debate lo que en realidad enmascara son emociones y creencias basadas puramente en generalizaciones emocionales. Las personas no defienden una religión porque sea lógico sino porque sus emociones le obligan a ello. Las personas que creen que los líderes nacen y que si no eres un líder nato no se puede aprender a serlo piensan así porque ellos temen el cambio o intentaron cambiar algo y les salió mal y ese miedo es el que les lleva a hacer tales afirmaciones y defenderlas.
No defienden un punto de vista lógico y objetivo en realidad están defendiendo y excusando su miedo, recordemos que a las personas les cuesta mucho admitir cuando tienen la culpa y para evitarlo se inventarán todo tipo de milongas o incluso echarán la culpa al vecino, todo vale con tal de no admitir y escurrir el bulto.
Aclarado ya el porqué de objeciones absurdas que no atienden a razones vamos a analizar fríamente y con lógica si un líder nace o se hace.
Un líder se hace
Imaginemos por un momento que cogemos al hombre más patán que encontramos y le preparamos para que sea líder. Le peinamos bien, le vestimos bien, le adiestramos para mejorar sus habilidades sociales, mejoramos su capacidad de argumentación, vocalización y le damos una formación completa para convertirlo en un líder. Por muy mal líder que esa persona fuera antes de recibir la formación, una vez formada la cosa cambia totalmente y eso no se puede negar.
Si cogemos las 100 mejores opciones para convertir a alguien en un súper líder y estamos con esa persona años y años hasta perfeccionarla al máximo como líder, indudablemente y por cuestiones matemáticas cualquier persona si se le dan las herramientas adecuadas puede hacerse líder.
De hecho las universidades funcionan igual, a cada persona se le da una formación completa para que cambie y desarrolle las cualidades necesarias para desempeñar el trabajo que desea, sino se pudiera cambiar, si un líder no pudiera hacerse las universidades y los estudios no existirían porque seríamos seres incapaces de aprender y cambiar, pero no es así porque los seres humanos estamos sometidos a constantes cambios.
Cuando viajamos, estudiamos, aprendemos a conducir, conocemos gente nueva… Constantemente sufrimos cambios y más cambios así que es concluyente que un líder no solo puede nacer líder también se puede hacer e incluso un líder que se hace puede vencer con creces a un líder que nace así.
Un líder nace
Hay personas que por su genética han heredado los requisitos necesarios para liderar. Tienen facilidad de palabra, sus cuerdas vocales están mejor preparadas y de forma natural sienten muy buenas sensaciones al sociabilizar, liderar, al hablar… con lo cual les facilita mucho el aprender y mejorar su liderazgo.
Lo cierto es que nadie nace enseñado y un líder no nace tal cual sino que nace con una predisposición genética que le llevará a adquirir más fácilmente habilidades de liderazgo porque su genética está preparada para ello y porque hacerlo le reporta buenas sensaciones. Por el contrario, alguien con genética tendenciosa al miedo social o liderazgo puedes tener también buenas cualidades de liderazgo pero dado que no siente emociones positivas al liderar o sociabilizar, sino que siente malas sensaciones esa persona no será líder porque no le gusta, quizás le gusta la idea pero el miedo es más fuerte que sus ganas.
Así que el líder no nace nunca, como mucho nace con predisposición genética para ser líder pero nadie nace sabiendo como liderar un país, empresa, su vida, grupos… Todos aprendemos a lo largo de la vida y precisamente por eso tiene sentido y gracia la vida.
Si la teoría de que no se puede cambiar fuera verdadera todo sería aburrido y lineal, las personas no nos iríamos nunca de casa de nuestros padres y nunca encontraríamos trabajo, todo sería siempre igual, la humanidad no habría evolucionado… todos estamos sometidos constantemente a constantes cambios ambientales, tecnológicos, físicos psicológicos así que créeme un líder no solo nace con predisposición a serlo, aunque no hayas nacido con esa predisposición si te lo propones puedes ser un auténtico líder.
Un líder nace y se hace
Otra posibilidad es la que hemos tanteado anteriormente, que un líder nace significa que nace con predisposición genética de tener cualidades de liderazgo como predisposición a la sociabilidad, facilidad de palabra, capacidad de dirigir… A esa persona muy probablemente le guste liderar porque se siente bien y a gusto, como se siente bien y a gusto querrá practicarlo más y más y le cogerá gustillo a esto de liderar.
Las personas así terminan metiéndose en política, siendo directores de empresa, universidad o estando en importantes cargos, el motivo es que se espabilan para ascender porque es lo que más les gusta, lo que mejores sensaciones les da.
Por desgracia eso no implica que un líder nato vaya a ser un buen líder, que a un tonto le guste un lápiz no significa que vaya a ser buen escritor, me refiero a que a alguien le guste a liderar puede incluso ser peligroso porque sino se lidera con cabeza y con conciencia se pueden hacer auténticas catástrofes basadas en el auto-egoísmo que tan de moda ha estado siempre en la historia de la humanidad y aunque cada vez las cosas sean más justas solo hay que echar un vistazo al panorama político para ver las barbaridades e idioteces que suelta cada político o sus puntos de vista excesivamente egoístas.
A mí me parece muy grave por ejemplo y francamente desolador y repugnante que en el caso de España, el principal partido de la oposición el PP en plena crisis mundial que afecta a España y a miles de familias, en vez de centrarse en ayudar y salir de la crisis lo único que hace es aprovecharla para ganar votos y atacar al gobierno para desprestigiarle. Es realmente asqueroso ver como a estos políticos tanto tú como yo les importamos tres cuartos, si tuvieran que morir cientos de personas por ganar un par de votos dejarían que estas personas murieran.
Es por eso que algún día ansío saltar a la política y enseñar que no todos pensamos en votos o estamos podridos, algunos pensamos en hacer las cosas de forma justa, humilde y todo lo bien que podamos. Un líder tanto si nace y se hace como se hace no puede liderar pensando solo consigo mismo, la gente todavía se entera que el poder y el dinero son emociones buenas pasajeras pero que a la larga nos vuelven más vacíos.
Estamos genéticamente programados para sentir mucho placer, alegría y ganas de vivir al ayudar a los demás, si nos centramos en eso a la hora de liderar te aseguro que las cosas te irán mucho mejor. No estoy diciendo que tengas que vivir íntegramente por los demás cómo líder, sino que vivas tu propia vida, haz lo que realmente te gusta hacer pero ten en cuenta que convives con personas con sentimientos al igual que tú y que hay decisiones que pueden afectarlas, no cuesta nada tener espíritu humano y ser buena persona al liderar.
Yo te lo agradeceré, el mundo te lo agradecerá y tú te aseguro que también lo agradecerás a la corta y a la larga.